Para asegurarse de obtener la máxima protección posible de su casco, elija uno que esté diseñado para cumplir con los estándares estatales y del Departamento de Transporte de EE. UU. (DOT). Debe ajustarse perfectamente en todos los sentidos y no tener defectos obvios, como grietas, relleno suelto o correas deshilachadas.