Una posición de carril correctamente elegida debería proporcionar una serie de beneficios, incluida una mayor capacidad para ver a los demás y ser visto. Debería ayudarlo a evitar ráfagas de viento, puntos ciegos de otros conductores y peligros en la superficie. Su posición en el carril debe disuadir a otros conductores de intentar compartir su carril y proporcionarle una ruta de escape, en caso de que surja un peligro.