El contenido de alcohol en sangre (BAC) normalmente se determina mediante una prueba química de aliento, sangre, orina o saliva. Sin embargo, una prueba química no es necesaria para demostrar que usted estaba intoxicado o afectado. El testimonio de un oficial de policía sobre la forma en que conduce o su apariencia y conducta cuando es arrestado puede proporcionar suficiente evidencia para condenarlo, incluso sin una prueba química.